El Jeinimeni.
“Valle del Jenimeini”, Patagonia, Chile. Fotografía análoga blanco y negro, 35 mm.
La Reserva del Jeinimeni es ahora -felizmente- parte del gran Parque Nacional Patagonia, ubicado al sur de la cordillera Jeinimeni en el Lago Chelenko como le llamaban los tehuelches de la zona.
Su belleza es inconmensurable y difícil de describir. Estar en la Patagonia es siempre un regalo porque los días y sus noches permiten vivir experiencias únicas que te cambian para siempre.
Es tan difícil abstraerse de lo colores, aromas y vientos. Todos los días distintos, con sus luces y sombras; cada hora diferente, lo que provoca en un sentimiento de infinitud y perpetuidad incontrolable.
Por aquí pasaban dinosaurios y alguna vez todo esto fue un gran mar lleno de vida submarina como demuestran los miles de fósiles que se encuentran en las cercanías. Eso entusiasma, te vuelves curioso y más de alguna vez, doblando por un cerro de estos lares, sientes los rugidos lejanos de una especie ya extinta.
Caminar por sus senderos nos recuerda que solo estamos de paso y que la belleza regalada es un premio invaluable e inmerecido; un regalo que sobrecoge y renueva.
