La realidad.
La realidad física existe, y existiría de todas formas aunque no hubiese ningún observador para observarla.
A. Einstein
Afuera llueve. La naturaleza nos regala la lluvia que refresca, limpia y regenera la vida. Añoramos la lluvia porque añoramos la vida. ¿Cuál vida? es mi pregunta.
Reflexiono sobre esto a propósito de lo que leo, escucho y veo desde que tengo uso de razón.
No me gusta lo que todos llaman “la realidad”, pero sabemos que la realidad es aquella que cada observador construye, por eso “la objetividad” no existe y por ende mi realidad no es necesariamente la tuya, aunque tengamos visiones comunes.
Hoy, creemos tener acceso a “la realidad” porque portamos aparatos que nos muestran casi al instante “lo que sucede”, sin embargo ¿podemos saber todo lo que sucede? Creo que no. Sabemos lo que queremos saber, nos construimos un tipo de realidad que difiere de las de los demás.
Por lo mismo estoy mutando hacia la idea de construirme la realidad que siempre he querido y añorado. Mi realidad habita en el Arte, las Ciencias, el conocimiento y la maravillosa opción humana de la discusión; esa que genera nuevos conocimientos. Porque al final soy solo eso, mi materialidad se extinguirá pronto y quedará solo lo que hice, no lo que opiné o dije.
En mi realidad añorada dejo de seguir medios, políticos y “opinantes” y me vuelco a la fotografía, el Diseño y las Artes. En mi nueva realidad existo en la bondad y la añoranza del oficio; ¡cualquiera!, porque en cada uffizi existe la bella transformación de la realidad que somos capaces de acontecer.
